Comprar desde la consciencia

Hoy quiero compartir contigo otra forma de comprar, consumir y en definitiva vivir.

La rutina parece que nos impide cambiar o mejorar, que no tenemos suficientes horas al día para detenernos y ser conscientes de nuestros actos, ya sean esporádicos o diarios. Muchas veces nos aferramos a las costumbres y tradiciones y esto no implica que sean mejores, buenas o intocables. Estos días de confinamiento en los que nos ha tocado vivir con esta enfermedad y crear nuevas rutinas y protocolos para evitar el contagio, se están generando más residuos que nunca, sobretodo de materiales plásticos de un solo uso. Esto es inevitable, siempre que usemos la cabeza y seamos responsables con nosotros mismos y con los demás pero si hay muchos otros residuos que podemos evitar. Esto no implica vivir en la época medieval, justamente lo contrario, debemos avanzar hacia el futuro, un futuro inmediato para que la gente de mi edad, nuestros hijos, sobrinos, amigos, seres con los que compartimos nuestro hogar, la tierra, puedan vivir sin calores y fríos extremos, y sin que deban andar entre basura. Estoy segura que este tema no te viene de nuevo, pero quiero compartir contigo mi forma de vida desde hace ya tres años. Sigo viva, trabajando, teniendo tiempo para pasear el perro y cuidar de mis animales, de disfrutar de mis hobbies y ahora de preparar todo para la llegada de mi bebé.

“No se trata de ser perfectes, se trata de ser mejores”

La gran mayoría de los envases no duran más que el transcurso del momento de la compra hasta casa, como mucho duran un mes… Esos son los plásticos de un solo uso, los que más daño hacen a todos nosotros y nuestro planeta. Bolsas para comprar fruta y verdura, las bolsas donde llevar la compra, paquetes de plástico de los envases de los alimentos como la pasta, la bollería industrial que además es mala para nuestra salud, las carnes y pescados, incluso verduras y frutas envasadas… cepillos y pastas de dientes, jabones, desodorantes, productos estéticos… Esto no significa que debamos de dejar de consumir estos productos, simplemente buscar opciones más respetuosas y ser conscientes de que ese producto vamos a darle un uso prolongado sin coleccionar cosas que acaban en la basura. Es cierto que en los grandes supermercados no nos facilitan las cosas para poder llevar este estilo de vida, y nos puede cabrear que no hagan nada para eliminarlo (aunque poco a poco, demasiado lentamente, van haciendo algunos cambios). Pero no puede ser una excusa para que no luchemos contra ello, seamos conscientes y actuemos en consecuencia haciéndonos responsables de nuestros actos.

Los consumidores tenemos un gran poder, si no consumimos esos productos y bajan sus ventas y las cambiamos por alternativas más sostenibles las grandes empresas y superficies cambiarán el formato. Además, comprar de forma más sostenible y responsable no es imposible de hacer, en la mayoría de pueblos o ciudades a parte del mercado semanal, hay cooperativas y tiendas de toda la vida para comprar a granel. Además hoy en día hay muchas tiendas online que te traen los productos que necesitas ya sea alimentación o higiene etc sin plásticos! De hecho, incluso muchas pequeñas tiendas y horticultores, en esta época de coronavirus han empezado ha hacer envíos directamente a casa, así que no hay escusas. Además apoyas el comercio local, algo fantástico y que deberíamos valorar mucho más.  Un mundo mejor es posible y en nosotros está querer formar parte de este cambio. ¿Te apuntas?

¡Muchos besos y hasta la próxima!

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